Quizás no recuerdes qué son, pero si te adelantamos que se representan mediante una coma flotando, seguida de una “s”, te serán familiares.
Por eso, te será sencillo identificar los apóstrofes, esas “s” a final de palabras que van precedidas de una coma alta.
Los apóstrofes cumplen con diferentes reglas en inglés, como las contracciones de los verbos auxiliares y el que ya conocerás: to be. El apóstrofe también interviene para el uso de los posesivos y suele ser susceptible de cambios en la pronunciación.
Las contracciones
Entender las contracciones es imprescindible. Estas son el resultado de la unión de dos palabras, lo que permite agilizar la comunicación en todos los aspectos.
Algunos ejemplos de contracción son:
- I am: I’m (yo soy/estoy).
- Do not: Don’t (no hacer).
- I cannot: I can’t (no puedo).
- Who is: who’s (quién es).
- It is: it’s (eso es/está).
Los posesivos
Para que te resulte sencillo comprobar que estás ante un posesivo, debes observar la palabra que precede a “’s”. En caso de que esta se trate de un sustantivo propio, ya sea lugar, cosa o persona, estarás seguramente ante un apóstrofe con valor posesivo.
Vamos a ponerte algunos ejemplos para que lo entiendas mejor:
– Nick’s glass: la copa de Nick.
– The man’s car: el coche del hombre.
– Yesterday’s news: las noticias de ayer.
Como has visto, con práctica, puedes aprender el uso de los apóstrofes de manera fácil.